Estar sensible y nervioso o tener dificultades para dormir y comer pueden ser reacciones normales al estrés. A continuación se incluyen algunas estrategias positivas para el manejo del estrés:
Haga un alto y deje de ver, leer o escuchar las noticias, incluidas las de las redes sociales. Es bueno estar informado, pero escuchar constantemente sobre eventos traumáticos puede ser angustiante. Considere la posibilidad de limitar las noticias a solo un par de veces al día y de desconectarse del teléfono, de la televisión y de las pantallas de computadoras durante un rato.
Cuídese. Coma alimentos saludables, ejercítese, duerma lo suficiente y tómese un descanso si se siente estresado.
Cuide su cuerpo.
Haga respiraciones profundas, haga estiramientos o medite.
Intente comer comidas saludables y bien equilibradas.
Ejercítese con regularidad.
Duerma lo suficiente.
Evite el consumo excesivo de alcohol, tabaco y sustancias adictivas.
Continúe con las medidas preventivas de rutina (como vacunas, estudios de detección del cáncer, etc.), según lo recomendado por su proveedor de atención médica.
Aplíquese la vacuna contra la COVID-19 lo antes posible; aplíquese un refuerzo si es mayor de 18 años.
Tómese tiempo para relajarse. Intente hacer otras actividades que disfruta.
Hable con otras personas. Hable con personas de su confianza acerca de sus preocupaciones y sobre cómo se siente. Comparta sus problemas y cómo se siente y sobrelleva la situación con su padre, su madre, un amigo, un psicoterapeuta, un médico o un pastor.
Vincúlese con su comunidad o con organizaciones religiosas.
Evite las drogas y el alcohol. Puede parecer que estas sustancias son de ayuda, pero pueden generar otros problemas y aumentar el nivel de estrés que usted ya siente.
Reconozca cuando necesita más ayuda. Si los problemas continúan o usted piensa en el suicidio, hable con un psicólogo, un trabajador social o un psicoterapeuta profesional.
Para obtener más información, visite los siguientes enlaces
Comments